El árbol de la generosidad
La generosidad de desconocidos es un regalo que no tiene precio
A medida que las estaciones cambian y el clima se pone frío, Sharee Conely sabe que su época favorita del año está por llegar.
“Navidad. La navidad es mi día festivo favorito”, dijo Conely. “Está llena de esperanza”.
Conely, una proveedora de servicios de guardería, sabe lo que la navidad y la temporada de días festivos decembrinos significa al verla a través de los ojos de un niño. Durante el día, cuida a niños que varían en edades desde bebés hasta prekínder. Durante la noche, ella cría a sus tres hijos.
“Me mantiene ocupada”, sonrió Conely meciendo a un bebé en sus brazos, persuadiéndolo para que duerma. “He trabajado en el cuidado de los niños desde el 2008. Amo a los niños. Su imaginación, su inocencia, su sentido del humor. . . y así como los árboles de navidad, ellos realmente iluminan esta época del año”.
Pero Conely sabe, que las festividades no siempre son una época feliz para los niños y las familias.
Los presupuestos limitados, los horarios de trabajo agitados y las facturas por pagar pueden hacer que la temporada de dar, sea todo menos alegre.
“El año pasado estuve en una situación difícil”, explicó. “No tenía dinero para comprarles a mis hijos nada extra. Estaba trabajando mucho, pero financieramente no pude avanzar para comprar regalos”.
Pero la esperanza encontró a Conely durante los días festivos Llegó en la forma de un árbol siempre verde, de las manos de unos desconocidos.
“Se llama el árbol de la generosidad”, sonrió Conely. “Trajo luz a la vida de mi familia”.
El árbol de la generosidad es una tradición navideña de State Farm. El programa nació en el otoño de 1992 – como una manera de cumplir los deseos de regalos de familias necesitadas. Desde su inicio, el espíritu de la generosidad ha florecido y crecido.
Cada noviembre, en las instalaciones de State Farm aparecen árboles siempre verdes adornados con ornamentos de papel. Los ornamentos contienen listas de deseos de niños, familias o personas mayores que de otra manera no recibirían regalos durante las festividades. Los empleados de State Farm arrancan de los árboles un ornamento o dos y se van de compras.
Algunos ornamentos contienen peticiones prácticas como jabón, champú y calcetines. Otros piden calor y comodidad – en la forma de manoplas, gorras, cobijas y juguetes de peluche. De cualquier manera, los empleados se aseguran de que los artículos que compran son adecuados para las familias especiales que nunca han conocido.
“El año pasado, mi hijo menor, JaKaleib recibió un osito de peluche”, dijo Conely. “Pero no era un oso ordinario. Este oso cantaba el ABC. A JaKaleib le encantaba. También recibió un juego de mesa y silla para jugar”.
En el 2016, los empleados de State Farm concedieron casi 1,700 deseos de regalos para las familias de Bloomington, Illinois. Muchos también se ofrecieron para empacar y preparar los obsequios para su entrega.
“Es como tener la magia de Santa y del Polo Norte aquí”, dijo Conely. “Esta generosidad ha significado mucho para mí y mis hijos. Después de vivir la experiencia de la buena voluntad de otros, ahora mis hijos de 13 y 10 años de edad están inspirados para hacer lo mismo. Yo les digo, ‘Ustedes tienen el poder de marcar la diferencia. Todos lo tenemos’”.
Este año se celebra el 25vo aniversario del Árbol de la generosidad. Un programa que comenzó de un árbol siempre verde, ornamentos de papel y una opción: escuchar y ayudar. Pero Conely dice que no se trata de los paquetes que recibes, ni quién es el que da el regalo lo que importa. . .
“La belleza es saber que hay personas que aman y se preocupan por otros – sin importar quiénes son, ni de dónde vienen. Ese tipo de regalo perdura después de que terminen los días festivos”.
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