St. Louis, MO,
19
Enero
2017
|
08:00
America/Chicago

El poema de una madre

La historia de una madre que escapó de la violencia y encontró fortaleza

Me llamo Fortaleza,

fuerte es mi voz.

De haber sabido, jamás habría caído

presa en los brazos de un hombre que nunca maduró.

Mientras Dawn leía su poema en voz alta, sus palabras se entrecortaban por sonidos dolorosos que sólo ella podía escuchar: la puerta de un carro que cierra con fuerza, un chirrido de llantas. Ella se ofreció a compartir su historia, "porque al hacerlo puedo ayudar a romper con el ciclo de abuso".

La violencia llega a casa

Poco después de haberse casado, Dawn comenzó a notar cambios aterradores en el comportamiento de su esposo. "Él llegaba a casa después del trabajo y se sentía la tensión", dice ella. "De repente tenías un sargento en la casa".

"Todos nosotros, pero especialmente los niños, experimentaron mucho abuso verbal y físico", continuó Dawn. "Mis hijos mayores (producto de un matrimonio anterior) tenían apenas siete y ocho años de edad entonces, pero él los azotaba y los obligaba a hacer lagartijas como castigo. Amarraba a mi hijo a la cama con esposas de plástico. Era como una pesadilla".

Este episodio en la historia de Dawn llegó a su fin una tranquila mañana de sábado en San Antonio, Texas. El esposo de Dawn estaba ya enfurecido.

"No me gusta discutir, por lo que lo dejé que hablara", dice ella. "Después salí para sacar algo del carro y él me siguió y se metió en el asiento del conductor. Yo estaba tratando de alcanzar algo en el lado del pasajero del carro cargando en la cadera a nuestro hijo de dos años cuando él dio marcha atrás de golpe. Pensé que nos iba a atropellar así que corrí hacia la casa y cerré la puerta con llave".

Mientras el esposo de Dawn golpeaba fuertemente la puerta del patio, ella esperaba por la policía. "Esa fue la gota que rebasó el vaso", dice ella. "Metí mis cosas en un bolso de lona y jamás volvimos a mirar hacia atrás".

No más intimidación ni peleas ante mis ojos. . .

Encontrando esperanza y la ayuda perfecta

Después de mudarse a St. Louis, Mo., Dawn encontró el apoyo familiar y la fortaleza para comenzar una nueva vida. Se involucró con los programas de Redevelopment Opportunities for Women (ROW) del Family Resource Center.

ROW es una serie amplia de programas para sobrevivientes de la violencia doméstica que les dan las herramientas que necesitan para recobrar el control de sus vidas y romper con el ciclo de abuso y los problemas financieros. El programa de acción financiera de ROW, que cuenta con el apoyo de State Farm, incluye educación financiera, elaboración de presupuestos, ahorros y asesoría de crédito, así como una variedad de servicios de apoyo de consejería familiar y emocional.

"Dawn es definitivamente una sobreviviente", dice Suvekshya Joshi, una ex defensora familiar y financiera de ROW. "Ella tomó nuestras clases financieras y de educación para padres y calificó para nuestro programa de Cuenta de Desarrollo Individual (IDA, por sus siglas en inglés). Ella colocó las ganancias de su trabajo en una cuenta especial donde igualábamos sus ahorros a razón de dos por uno a fin de que pudiera comprarse un carro. Ahora nos reunimos regularmente para trabajar en cómo elaborar un presupuesto y después hablamos acerca de sus hijos".

Los estragos del abuso doméstico

El abuso doméstico tiene un efecto perjudicial que se propaga profundamente. En los Estados Unidos solamente, más de 38 millones de mujeres han experimentado violencia física en manos de sus parejas. (CDC). Los hombres que se vieron expuestos a la violencia doméstica de niños tienen de tres a cuatro veces mayor probabilidad de ser violentos de adultos. (Fuente: World Health Organization).

Los problemas económicos juegan un rol importante en la perpetuación del ciclo de abuso. Ochenta y cinco por ciento de las mujeres que abandonan una relación abusiva regresan a ella (Forbes), siendo los problemas financieros un factor principal en tales decisiones. Los estudios demuestran que las mujeres que se involucran con programas como ROW tienen mayor capacidad de abandonar sus relaciones abusivas y de sentirse más seguras, más independientes y más en control de sus propias vidas. (Huffington Post)

La fortaleza un nuevo hogar encuentra,

los golpes desaparecen,

mis pensamientos esclarecen

Mi inspiración ya no se ausenta. . .

Mirando esos ojitos, la esperanza he recobrado

Los hijos de Dawn han estado en consejería por depresión, pero les está yendo bien, dice ella. "Mis hijos me mantienen motivada. Ellos ven cómo lucho con las finanzas y por mantener unida a nuestra familia, pero les digo, 'mientras haya un aliento de vida en mí, voy a seguir luchando'".

Y continuará la lucha –no sólo por ella sino por todas las mujeres. "Mi sueño", dice ella con orgullo, "es abrir una organización sin fines de lucro para ayudar a las mujeres a retomar la independencia después de haber vivido con un abusador".

Me llamo Fortaleza

Nota del editor: Si usted o alguien que conoce sufre de abuso doméstico, por favor busque ayuda. La National Domestic Violence Hotline está disponible llamando al 1-800-799-SAFE (7233).