Lovell, Wy.,
29
Mayo
2018
|
09:55
America/Chicago

Un impacto de por vida

Cuando Isaac Rosser tenía 5 años, aprendió cómo y cuándo llamar para pedir ayuda utilizando un simulador de 911, que presentó en su salón de clase el agente de State Farm® Paul Nicholson (ahora jubilado). Isaac repasó esta técnica en el salón de clases varias veces durante los dos años siguientes. Cuando Isaac tenía 9 años, su mamá se desmayó cuando estaba en el hogar recuperándose de una operación de rodilla.

“No podía creerme que marcara el 911 y luego llamara a un vecino”, afirmó Vicky. “Supo qué hacer porque recordó el entrenamiento. Me hizo dos preguntas sencillas. Cuando no pude contestarlas, supo que necesitaba ayuda. Pudo haber sido mucho más grave si él no hubiera sabido qué hacer en esa situación”.

Como jubilado, Paul, que vive en Bayside, California, todavía tiene un impacto en unos 3,000 niños al año con el simulador de 911. También ha ayudado a las escuelas a comprar gafas Fatal Vision para enseñar a los estudiantes sobre el manejo bajo la influencia y un Seat Belt Convincer para enfatizar la importancia de usar el cinturón de seguridad.

Varios años después, la familia —que incluía a Vicky, su esposo, Lee y su hijo, Isaac— se mudó de California a Wyoming.

A los 16 años, Isaac era un adolescente aventurero que amaba el aire libre. Él y un amigo estaban en una zona montañosa remota con su familia. Los adolescentes querían quedarse un poco más. Cuando no regresaron al atardecer, Vicky y Lee comenzaron a preocuparse. Informaron a las autoridades de la desaparición de los jóvenes y comenzaron una búsqueda.

Tom Newman, un miembro del equipo de búsqueda y rescate, aseguró a las familias que no dejarían de buscar hasta que encontraran a los jóvenes. Tom y otro miembro del equipo de rescate encontraron a los jóvenes, ilesos, al tercer día.

Tom también es agente de State Farm en Lovell, Wyoming.

Nueve meses después, en julio del 2017, la tragedia golpeó a la familia. Isaac, que entonces tenía 17 años, murió en un accidente. Manejaba su carro demasiado rápido en un camino de tierra y perdió el control en una curva cerrada. No traía puesto el cinturón de seguridad.

“Como padres, uno nunca quiere pensar en perder a su hijo”, afirmó Vicky. “Estábamos desconsolados y asustados. Tuvimos que hacer planes para regresar a California para el funeral, al mismo tiempo los gastos de las cuentas médicas y los arreglos para el funeral crecían”.

Paul, su exagente de California, llamó tan pronto escuchó la noticia. Le recordó a Vicky que habían comprado seguro de vida a Isaac antes de mudarse. Esa póliza se encontraba ahora con Tom, su agente local. No se darían cuenta hasta más tarde que se trataba de la misma persona que ayudó a encontrar a Isaac cuando se perdió en las montañas.

“Paul llamó a Tom y los dos trabajaron juntos para enviarnos un cheque en poco más de una semana por el valor de su seguro de vida, que consistía en unos $34,000”, dijo Vicky. “Honestamente no sé qué habríamos hecho sin ese dinero”.

Hoy, Vicky busca formas de involucrarse y hacer llegar información a los estudiantes sobre la importancia del cinturón de seguridad.

“Vicky y yo hemos hablado sobre cómo podemos visitar escuelas y educar a los adolescentes sobre la importancia de usar el cinturón de seguridad”, mantuvo Tom.

Vicky tampoco pierde la oportunidad de hablar con su familia y amigos sobre el valor que tiene el seguro de vida.

Echando la vista atrás, ella reflexiona sobre cómo State Farm ha estado allí para su familia a lo largo de los años.

“La participación de Paul me salvó la vida porque Isaac sabía cómo llamar al 911”, agregó. “La participación de Tom en la búsqueda y rescate salvó la vida de Isaac y nos dio nueve meses más con él. Después del accidente, el seguro de vida ayudó a aliviar nuestras preocupaciones financieras durante un momento increíblemente doloroso. Aunque sea un pequeño alivio, es mejor que nada.

“Yo les digo a mis amigos: 'Llama a State Farm y alguien te ayudará'. Estoy agradecida del papel que State Farm ha jugado en nuestras vidas”.