Preparadores de impuestos voluntarios se presentan para una aventura en Alaska
Imagina viajar a pequeños puestos remotos en las partes rurales de la última frontera de nuestro país, siguiendo la oportunidad de ofrecer trabajo voluntario. El trabajo tiene un impacto duradero en aquellos a quienes se atiende, ofrece una conexión emocional y brinda la oportunidad de aprender sobre las culturas nativas.
Ser voluntario para preparar apropiadamente una declaración de impuestos no es quizá la experiencia que viene a la mente. Sin embargo, eso es exactamente lo que los voluntarios del Centro de Desarrollo de Negocios de Alaska (ABDC, por sus siglas en inglés) vienen haciendo desde 1996.
La organización sin fines de lucro de Anchorage, la cual cuenta con el apoyo de State Farm, provee ayuda a aquellos que no tienen acceso a servicios profesionales de preparación de impuestos. Los voluntarios de ABDC viajan a villas aisladas. Las comunidades no se encuentran en el sistema limitado de carreteras estatales y sólo se puede llegar a ellas por avión. Ellos proporcionan asistencia práctica de preparación de impuestos todo el año a través del Programa Voluntario de Impuestos y Préstamos (VTLP, por sus siglas en inglés). Éste se enfoca en alcanzar a contribuyentes nativos de Alaska de ingresos bajos e individuos de 60 años de edad o más.
La dedicación de los voluntarios al ayudar a aquellos que lo necesitan y su sentido de aventura con estas travesías por las tierras salvajes de Alaska ha impulsado el éxito de ABDC por más de dos décadas. En 2016, 90 profesionales locales y estudiantes universitarios de fuera del estado se entrenaron y se ofrecieron como voluntarios. Ellos contribuyeron con 5,250 horas de servicio sin fines de lucro en 70 comunidades de Alaska y viajaron un total de 326,000 millas aéreas.
“'Éste es un programa único. Combina muchos elementos clave que son sumamente valiosos para todos aquellos involucrados", dijo la directora ejecutiva de ABDC, Michelle Kern. "Los voluntarios son fundamentales para darle alcance al programa a través de la mayoría de las regiones del estado. Es su trabajo arduo, dedicación y sentido de aventura combinados con su deseo de ayudar a otros lo que crea un ambiente donde todos ganan".
Los voluntarios a menudo batallan contra un clima severo para llevar educación y preparación de impuestos a los rincones más remotos del estado. El hospedaje es, algunas veces, mínimo. Viajan en grupos, empacan sólo artículos personales esenciales y a menudo terminan pasando las noches en un saco de dormir sobre un tapete. Llevan consigo su "oficina en una caja" para brindar sus servicios de preparación de impuestos.
Muchos residentes rurales de Alaska tienen familias grandes. Los ingresos a menudo son menores de lo que es necesario para mantener el hogar a lo largo del año. En algunos casos, el reembolso de impuestos generado por una declaración preparada apropiadamente puede alcanzar un porcentaje de dos dígitos del ingreso anual de una familia. Ese dinero puede ayudar a proveer las necesidades básicas de una familia.
Comidas cocinadas en casa y abrazos son la expresión del agradecimiento sincero de los residentes que recibieron ayuda. Son una recompensa emocional por el tiempo y esfuerzo de los voluntarios.
El ABDC realiza una encuesta a los participantes. Una de las preguntas que se hacen es "¿Qué te gustó más de los servicios proporcionados?" Entre las respuestas: "Ni siquiera sabría por dónde empezar con mis impuestos, ¡el programa ayuda mucho!" y "¡Hemos llegado al punto de esperarlos cada año!".
También se obtienen comentarios positivos de los voluntarios. "La experiencia de voluntarios de VTLP ofrece una manera única de ayudar a mejorar la calidad de vida de las comunidades remotas de Alaska al mismo tiempo que es una aventura que sólo se tiene una vez en la vida", dice la voluntaria del programa, Jill Clark.
Estas expresiones son prueba de que el programa es significativo y beneficioso para ambos lados de la ecuación del voluntariado. El genio Albert Einstein dijo una vez: "La cosa más difícil de entender en el mundo es el impuesto sobre los ingresos". Los voluntarios de ABDC están cubriendo esa brecha de entendimiento en una manera muy propia de Alaska.